Independientemente del resultado, lo que me llama poderosamente la atención es cómo votan los americanos. Por si no lo sabíais, en la mayoría del país utilizan sistemas electrónicos. Básicamente son un PC con un software que lo único que tiene que hacer es presentar opciones al votante y grabar su voto.
¿Soy sólo yo, o a alguien más le suena al timo de la estampita?
¿En qué cabeza cabe que tu derecho al voto lo ejerzas pulsando un botón, una tecla o una pantalla táctil en un ordenador, que no te devuelve un comprobante en papel de lo que has votado?
¿Y si encima esas "voting machines" -en cristiano, ordenadores con Windows y un programa de votación- las fabrican empresas privadas, tres distintas? No parece demasiado complicado untar a la empresa de turno y decirle: "Oye, méteme ahí 3000 votos a mi partido anda, que vamos justitos..."
Para más inri, se denuncian y se publican en medios generales todo tipo de problemas con el voto, los cacharros se cuelgan, no coinciden los resultados con los sondeos a pie de urna... Se supone que así ganó Bush las últimas elecciones, con las maquinitas de Ohio, y ayer en las elecciones parciales, lo mismo.
Por lo menos hasta un periódico como El Mundo hace una referencia al tema.
A mí, personalmente, me da qué pensar... El país más armado del planeta, el que en más conflictos bélicos participa (por no decir inicia, con un argumento u otro), el que más contamina, del que dependemos económicamente prácticamente el resto... ¿Lo dirigen políticos elegidos con cacharros como esos? Un sistema electoral así no nos extrañaría en alguna república bananera (con todo mi cariño para las repúblicas bananeras) o en algún país de difusas fronteras en Africa. Pero, ¿en Estados Unidos?
Os ahorro algo de Google y os pongo enlaces sobre el tema del fraude en el voto americano:
- Artículo sobre Greg Palast, un periodista de la BBC y The Guardian que investigó el asunto en las elecciones de 2004. (español)
- Más sobre el presunto fraude electoral en USA, en Barrapunto. (español)
- BlackBoxVoting.com (inglés)
3 comentarios:
Escribe un amigo que no tiene cuenta en Blogger:
Efectivamente el sistema de voto que se emplea en Estados Unidos arroja dudas y suspicacias de todo tipo. De hecho nunca gana quien más votos tiene sino que previamente se establece que unos estados dominan sobre otros y, a través de porcentajes, se hace el recuento general (vamos, el típico mapa de los USA dividido en Estados y en color rojo unos y en azul los otros... no me acuerdo ya qué color corresponde a cada formación política, pero dudo que los Republicanos llevaran el rojo, jejeje).
En cualquier caso aún recuerdo la primera vez que ganó Bush Jr. las elecciones, que fue básicamente gracias al Estado de Florida, donde casualmente su hermano Jebb, es el mandamás. En aquella ocasión las papeletas inducían directamente al error. Valga decir que Florida es el Benidorm americano, es decir, el Estado donde se concentra una anorme cantidad de ancianos, mayores, jubilados... el clima tropical lo propicia. El caso es que las papeletas (no guardé ningún documento gráfico pero creo que el documentalista Michael Moore publicó algunas en sus libros y web http://www.michaelmoore.com/) inducían a error porque estaban diseñadas de tal forma que, si no prestabas mucha atención, podías votar la opción contraria. En España esto no sucede porque las papeletas están separadas... Si votas a un partido coges la papeleta de este partido y no hay posibilidad de error. Allí coges una papeleta o marcas en una máquina y todo está junto, y parece que en el caso de Florida, revuelto. Además de mal diseñadas, supongo que a drede pero no entro a valorarlo, me parece una forma ruin de aprovecharse de los ancianos. Bastante fastidio es para muchos el desplazarse hasta los colegios electorales como para que encima lleguen allí y no entiendan nada... En fin, Made in USA.
Y lo de las maquinitas de votar arroja, si cabe, aún más dudas. Cualquiera que sepa programar sabe que todo resultado se puede alterar. En el mundo de los ceros y los unos todo es posible. Lo que no sabemos es cómo funciona el sistema de "interventores" en los colegios electorales. Volviendo al caso español, en mi colegio electoral siempre hay "fisgones" de varios partidos, con todo mi respeto hacia su labor, que se dedican a vigilar que nadie esté "comiendo el coco" a nadie. Aunque nuestros "confesionarios" no están muy bien diseñados, al menos garantizan el voto secreto. Y por supuesto, te mandan papeletas a casa y puedes llevarla ya preparada...
En fin, creo sinceramente que el sistema de voto americano no es todo lo democrático que debiera y no garantiza la "limpieza" de ninguna consulta popular. El problema es que el resto del mundo dudamos, pero la gente que duda en Estados Unidos es poca y tiene menos fuerza. Digamos que este tipo de procesos gozan de la complacencia de los votantes, que por otra parte son muy pocos, pocentualmente hablando. Los índices de participación son ridículos, el electorado está muy definido y los partidos no se caracterizan precisamente por "animar" a nuevos votantes. Se dedican a repartirse el pastel. Y por último decir que en Estados Unidos no existe una gran masa de votantes que aquí llamamos "indecisos", que pueden llegar a dar un vuelco a las elecciones. Allí se tiene muy claro a qué bando se pertenece y es muy raro que alguien cambie porque las implicaciones políticas, sociales, económicas y religiosas de pertenecer a uno u otro bando están más marcadas que aquí.
Según los últimos acontecimientos es relativamente fácil prever que en las próximas elecciones habrá cambio, siempre y cuando los Demócratas, que pueden en ocasiones ser igual de religiosos y tradicionales que los Republicanos, acepten que una mujer se haga cargo del mundo entero. Sería un paso muy importante no sólo para Estados Unidos sino para el mundo entero. Ejemplos como el de Alemania con Ángela Merkel o el más reciente de Francia con Marie-Segolene Royal (que sólo ha ganado las primarias de su partido pero que es la primera mujer que lo consigue en la Francia de la Libertad, Igualdad y Fraternidad) invitan al optimismo pero, personalmente, no creo que Estados Unidos vaya a dar el paso. La figura de Hillary Clinton puede ser el caballo de Troya en el Congreso pero también el talón de aquiles para los varones demócratas de su partido. ¿Se atreverán a dar un paso que cambiará la historia de nuestro mundo?
Sólo quiero precisar que el tema-timo de las máquinas de votos no se corresponde con el tradicional timo de la estampita. En este timo clásico, alguien que se hace pasar por retrasado mental junto con un cómplice (que va de listillo, no de retrasado) lían a un incauto-estúpido haciéndole creer que el bobo (el retrasado, no el incauto) lleva un sobre con mucho dinero. Entre el retra y el listillo convencen al bobo de que compre el sobre por una cantidad de dinero supuestamente mucho menor de la que contiene. Obviamente la cantidad acaba siendo mucho mayor, dado que el sobre está lleno de papel de periódico o "estampitas" de la virgen de Los Llanos (por su mala sangre y su ambición acabaron timados).
Quizá el timo del voto electrónico tenga algo más que ver con el también popular y tradicional Tocomocho, del cual hablaremos en una mejor ocasión.
En cualquier caso, hace por lo menos ciento cincuenta años que se perdió la confianza en los yankees; lástima que la guerra civil la ganaran los industria-pasta del Norte y no los Mr. Potato del sur... Lo único bueno fue que se abolió la esclavitud, claro, aunque esos mismos mandamases que la habían abolido mantuvieron a los negros sin derechos un siglo más, justo hasta los años sesenta del siglo pasado...Y fueron muy reacios a concederles esos derechos civiles (dejaron bastantes cadáveres en el camino: los Kennedy, el reverendo King, Malcolm X, etc...)
Se agradece la puntualización sobre el timo, incluso con detalles del santoral propios de Almodóvar. ;-)
Hablaremos sobre el Norte y el Sur dentro de no demasiado, seguro. ¡Saludos!
Publicar un comentario