miércoles, 28 de mayo de 2008

¿Karma?

Desde hace algún tiempo, no me gustan los famosos que, llegados a un punto del star system, deciden que su profesión (cantante, actor o actriz, etc.) se les queda pequeña. Y utilizan la imagen que tienen, que arrastra medios y garantiza titulares, para meterse en otros "saraos".

Podéis pensar en actores embajadores de UNICEF o ACNUR, músicos apoyando a partidos políticos, etc. etc. No sé por qué la opinión de esa gente tiene que valer más que la de los demás: un talento para la música no necesariamente implica unos valores decentes, y una habilidad especial para la actuación no te da clarividencia sobre la política mundial. Se puede ser pescadero y filósofo, o surfista y genio de la Física, en otras palabras.

Uno de los movimientos que más adeptos tiene es desde luego el budismo y en concreto la causa de los monjes tibetanos, abanderados por ese trotamundos que es el Dalai Lama. Como sabréis salvo que hayáis estado hibernando los últimos quince días, ha habido un terremoto descomunal en China que ha causado unos 68.000 muertos.

Bien, pues hoy leemos que Sharon Stone, actriz conocida por abrir y cerrar las piernas en Instinto Básico y poco más, ha dicho de forma poco sutil que quizá el terremoto es consecuencia del karma, debido a lo mal que se porta el gobierno chino con el Tibet y en concreto, con su amigo y admirado Dalai Lama. Textualmente: "Pero luego pasó este terremoto y todas estas cosas, y pensé, ¿será el karma, que cuando no eres agradable las cosas malas te pasan a tí?"

Como es de esperar, el país que ha perdido casi setenta mil vidas humanas de una tacada hierve de ira contra Sharon Stone, con toda la razón. ¿Cómo se puede ser tan gilipollas?

Primero, si realmente es admiradora del DL (por abreviar) y suponemos que entiende algún mínimo de la religión tibetana, tiene que repasar porque su concepto del karma está tan lejos de la realidad como su oportunismo de la buena educación. Incluso suponiendo que el karma sea la acumulación de hechos negativos que realizamos en la vida, y que en algún momento nos pasa factura, la política respecto al Tíbet no la marcan ni uno solo de los muertos en el terremoto, sino el gobierno de ese país. Y que yo sepa ninguno de los líderes que viven a cientos o miles de kilómetros ha resultado dañado. Parece que el cosmos se equivocó al apuntar con su "rayo del karma".

En segundo lugar, puestos a examinar los receptores de la catástrofe, son personas de carne y hueso que viven en un país con una dictadura comunista desde hace cincuenta años. Son igual de víctimas que los dichosos tibetanos de ese régimen aparentemente castigado por la ira divina.

Esto es lo malo de las modas que se crean en los medios de "China mala, China mala" que al final alguien con el cerebro infestado de bótox y cocaína abre la boca delante de un micrófono y dice la primera tontería que se le ocurre mezclando las cosas que oye por la tele. Y encima lo adereza con una supuesta espiritualidad de medio pelo.

Esperemos que Sharon Stone no reencarne como víctima de un terremoto por el comentario que ha hecho y según su propio concepto del karma. Y esperemos que aprenda del budismo, o del sentido común porque no hacen falta religiones, la empatía con sus semejantes (incluidos los chinos que tanto odia) y sea capaz de sentir como malo el terremoto y sus víctimas.

O al menos, disimularlo.

miércoles, 14 de mayo de 2008

La desbandada del PP (y el bosque detrás de los árboles)

Como respuesta a una solicitud de un lector, comento muy brevemente mi opinión sobre la situación del Partido Popular.

Me importa un bledo.

Vale, y ahora, siendo menos desagradable y borde... Ya sabéis lo que pienso sobre los políticos, sobre los partidos, y sobre la supuesta "izquierda" y "derecha". Que son tan reales como los piques nocturnos en la época de Crónicas Marcianas, como las tensiones entre Risto Mejide y Jesús Vázquez, o como la película de La Bruja de Blair. Cualquiera que tenga ojos para leer y ganas para buscar puede llegar a la misma conclusión en un par de horas con Internet.

Cuando Rajoy, líder del PP, perdió las elecciones, recuerdo (lo siento me da pereza ahora poner las fuentes) cómo la mayoría de medios afines al PP manifestó que era una derrota pero con subida de votos, es decir era una derrota/victoria. La conciliación de dos antónimos en una misma frase es otro truco maravilloso de doblepensar y newspeak orwellianos, ya sabéis. Aprovecho para rogar al que no lo haya hecho que lea 1984, un par de veces, como siempre. ;-)

En este país, en mi opinión, los políticos son poco más que títeres y actores. Las líneas del discurso político no las deciden ellos en solitario, sino en grupo y en secreto, y la configuración del grupo, las listas electorales y los órganos de gobierno son un juego de pactos y alianzas que se basan más en "tener contentos" a las distintas facciones dentro del "partido" que a una unidad real de ideas y planes de acción. Hay mucha gente que manda en los partidos que no está en las listas: esa multitud de consejeros que sotto voce susurran a los políticos al oído qué decir y cuándo, esos grupos de ricos influyentes que aprovechan un evento público para recordarles los favores que les deben...

Digo esto porque lo que, en mi opinión personal, está ocurriendo es que Rajoy quiere seguir adelante pero los que mandan realmente no quieren. Así que se monta una campaña para tumbarle, atacando desde todos los frentes: los periódicos que le apoyaban ahora destacan mucho más cada opinión desfavorable, hablan de "crisis" (la palabra favorita, que activa el botoncito en la mente de los lectores adormilados de "¡hey! esto es gordo, se tiene que ir") los mismos que hace tres meses destacaban la solidez del grupo, sus propios acólitos se amotinan saltándose a la torera la jerarquía del partido y además utilizando siempre a los medios como amplificadores, etc.

Es una guerra de guerrillas, es como jugar al "tú la llevas", para erosionar a la persona, tanto a nivel personal como su imagen de marca.

Está claro que el plan es poner a Esperanza Aguirre, pero primero hay que tumbar el árbol que ocupa su sitio. Por si no lo sabíais, Esperanza Aguirre ha atendido a un par de reuniones del Club Bilderberg, un encuentro privado y secreto de personalidades mundiales de todos los ámbitos influyentes que se celebra anualmente. Algo similar a Davos, pero de carácter secreto. Imagínate mezclar a dueños de corporaciones multinacionales, con ministros, periodistas y directores de grupos de comunicación (de España va Juan Luis Cebrián, de Prisa)... Comento esto porque se comenta que la asistencia a Bilderberg es un espaldarazo de la élite a las aspiraciones profesionales de los participantes.

Bill Clinton asistió en 1991. Era gobernador de Arkansas. En 1992 consiguió la candidatura a Presidente, y ha estado un tiempecito en el poder. Tony Blair asistió en 1993, pasó de ser un miembro poco conocido a ser líder laborista en 1994, y ganó las elecciones en 1997. Romano Prodi asistió en Junio de 1999 y en Septiembre de 1999 fue nombrado presidente del Consejo Europeo. George Robertson estuvo en el Club en 1998. En 1999 fue nombrado Secretario General de la OTAN.

Igual no tiene que ver, o igual sí. Normalmente se minimizan u ocultan, en la información que recibimos aquí, los contactos e influencias internacionales. Probablemente a propósito, añado yo.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Real Madrid, Rodrigo Rato, Myanmar

Vamos con una nueva edición del juego de los números. Sé que os encanta.

Uno. El Real Madrid ha ganado la Liga. Los jugadores, que ya cobran millonarias cantidades, reciben además 360.000 euros cada uno por haber conseguido el título. Sesenta millones de pesetas, por si no nos impresiona igual en euros. En total, el club se gasta 12 millones de euros en los incentivos para los futbolistas. Pastón.

Dos. Por si os preguntabais de qué maneras puede demostrarse que vivimos en una oligarquía, leed. En 1999, Rodrigo Rato era Ministro de Economía. Ese año, el Santander, dueño de Banesto, compra por 6 millones de euros (mil millones de pesetas, yo no los voy a ver en toda mi vida) el 45% una empresa de la familia Rato, Aguas de Fonsanta. La compra puede ser legítima, pero resulta que como operación financiera era un desastre: Banesto tardaría 108 años en sacar rentabilidad de esa compañía, porque la estaban comprando muy por encima de su valor real (tenía deudas por valor de mil quinientos millones de pesetas). Pero qué son 6 millones de euros para un Banco que obtiene miles de millones de euros de beneficio, a cambio de tener contento a un Ministro de Economía y Hacienda, por favor. Naderías.

Tres. Ha habido una catástrofe natural, como casi siempre, donde menos la necesitan. En Myanmar, antigua Birmania, país que en 1962 era el país más educado y próspero de la región, justo cuando llegó al poder una dictadura militar. Cuarenta y seis años después, es uno de los 10 más pobres del mundo. Si no rascamos un poco la superficie, podemos pensar, generalizando, que "esos países son así porque sí". Pues no. En Myanmar operan muchas, muchas compañías extranjeras, americanas, indias, chinas, francesas... En Myanmar tienen (o tenían) cultivos de arroz, tienen gas natural. Ya sabéis la ecuación habitual: recursos naturales, grandes multinacionales saqueando, dictador duro que reprima a la población local y beneficie a la inversión extranjera y a sí mismo durante años, y el resto del mundo mirando para otro lado. Lo hemos visto en América Latina durante el último cuarto del siglo XX, lo hemos visto en Oriente Medio, lo hemos visto en Africa. Si tenéis curiosidad, existe una "lista sucia" con los nombres y descripción de las compañías que operan en Myanmar. Por ejemplo, Total, de origen francés, tiene una joint venture con el régimen militar para la extracción de gas.

Como veréis, "esos países no son así porque así". Esa es la película que vemos en Occidente para lavar nuestras conciencias. Pero no es la realidad. Rascad la superficie de cualquier situación similar y buscar como siempre, quién se beneficia.

Y para rematar la faena, acaban de morir cuarenta mil personas por un ciclón. Y leo hoy, y con esto termino con los números, que la Cruz Roja ha pedido una ayuda inicial de 4 millones de euros para empezar a ayudar. España ha donado 100.000, Estados Unidos 250.000.

Por poco más de la mitad de lo que Botín se gastó para tener controlado a un Ministro de Economía y futuro gerente del Banco Mundial, ayudaría a cientos de miles de afectados. Con la tercera parte de la prima que se han llevado, los jugadores del Real Madrid cubrirían los gastos.

Hay vidas que valen céntimos de euro, y otras millones. Así, porque sí.