En el artículo "Crisis y nuevo orden mundial" ya coméntabamos algunos aspectos de la globalización, señalando que el reducir la cantidad de monedas locales y el sacrificio de la capacidad de autogestión de cada país en favor de organismos cada vez más amplios serían grandes avances a la hora de conseguir algunos de los fines del NOM.
Según ha sido publicado, desde las altas esferas políticas están barajando la idea de saltarse algunos pasos previos, como el amero, y lanzarse directamente a la creación de una moneda mundial. La actual y prefabricada crisis es el argumento perfecto a la hora de tomar medidas "extraordinarias". Si bien hace unos años propuestas como esta hubieran sido rechazadas automáticamente, ahora se plantean soluciones de este tipo.
jueves, 26 de marzo de 2009
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