lunes, 13 de noviembre de 2006

Esta noche: Occidente vs Palestina

Vamos a hacer un ejercicio de imaginación mientras lees esto.

Vives en un pueblo, dentro de una zona de 1 millón y medio de habitantes. Para que te hagas una idea, una provincia como Málaga tiene 1 millón y medio de habitantes, ciudad más pueblos. En tu zona y en tu pueblo, ves edificios derruidos a tu paso, pobreza por todas partes. Además, resulta que tu ciudad está sitiada por "el enemigo", un ejército. Uno de los más poderosos y mejor equipados del planeta. Ah! Imagina también que tú no tienes ejército, no tienes quien te defienda del otro ejército. Haz un esfuerzo, un ejército contra un pueblo, sé que suena raro, pero sigue. Estás encerrado porque las salidas las controla el enemigo, que en ocasiones no permite ni siquiera la entrada de ambulancias.



En los últimos meses llevas viendo entierros y muertos, coches destrozados y casas pulverizadas todas las semanas. Quizá incluso te has encontrado con soldados y has temido que te disparasen, quizá has visto como reventaban con explosivos una puerta y sacaban a su familia a la calle, justo antes de encerrarte en tu casa para no ver más, para no saber más. Habrás pasado noches oyendo aviones, tanques, ruidos de balas. Yo no he oído eso en mi vida, pero me imagino que debe ser aterrador por la noche.

Te reúnes en tu casa con tu extensa familia: hermanos, tías, abuelas, padre y madre. Los más jóvenes son niños, el más pequeño de un año. Os refugiáis en los rincones más apartados de la casa, ahí os sentís más seguros. Al final, el sueño vence al miedo y os dormís.

Y de repente, al amanecer, una lluvia de obuses revienta tu casa con todos vosotros dentro.

Han muerto la mayor parte de tu familia, tus hermanitos, tus tías. Mientras dormían. Al día siguiente, puedes ver un charco de sangre, la sangre de tus familiares y vecinos.

Tú has sobrevivido, pero al día siguiente lees, o te cuentan, o ves, u oyes, que la muerte de 20 personas ha sido un accidente, y que piden perdón. ¿Un accidente? ¿Nos tienen aquí encerrados, cómo van a equivocarse? ¿Cómo puedes confundir una casa con cualquier otra cosa? No entiendes nada.

También lees que la mayor parte de "Occidente" (a tí te suena muy lejos eso) condena el ataque, y que otra parte lo justifica porque es "para protegerse del lanzamiento de misiles Qassam desde Gaza" (que se lanzan a más de 1 km de distancia, cuando se hace). Lo único que sabes de esos misiles es que algunos radicales los tienen, y que en 25 años han causado 8 muertos en Israel. Ni siquiera te alegras, no los conoces, probablemente lo sientes por sus familias. Pero anoche mataron a decenas de la tuya. E hirieron a otras 40 personas. Herir suena lejano... Tus primos están "heridos" porque les cayó la casa encima por un bombardeo. Alguno ha podido perder un miembro, otro tendrá la cabeza abierta... Heridos, eso es.

Y lees también, que se propone una resolución en la ONU para condenar el ataque. Como tu pueblo no tiene ejército, piensas que la gente de fuera, los más poderosos, verán lo ocurrido y actuarán, que nadie puede justificar esto salvo los que "se equivocaron".

Pero resulta que Estados Unidos, el país de la libertad y bla bla bla, ejerce su derecho al veto y esa resolución no saldrá adelante (la 31ª vez que lo hace). No existe, y dentro de poco no existirá ni habrá existido nunca, y no se podrá utilizar como argumento en contra de Israel. Ha sido un error y listo. Vamos a hablar del soldado israelí que permanece secuestrado, y de conceptos mayores como "paz en la región", "estabilidad", del loco que conduce Irán, de Irak, o de Al Qaeda. Tú no conoces a ninguno de ellos, pero han matado a la mayor parte de tu familia, mientras dormían.



¿Qué haces? ¿Quién es tu enemigo? ¿Cómo te defiendes?

1 comentario:

Don Calladito dijo...

Hola Charlie, bienvenido a la aventura de bloguear. Te estaré leyendo.