miércoles, 4 de noviembre de 2009

Desaparición de la historia y desinformación

Quería escribir un post breve por dos o tres noticias que han aparecido en los diarios generalistas en las últimas semanas, y que me han parecido preocupantes y muy relacionadas.


Hasta hoy, cuando hablabamos de la desaparición de la historia y desinformación, parecía que nos estábamos refiriendo a robos de antiguos documentos perpetrados por hábiles ladrones de guante blanco, o a costosas, radicales y violentas campañas llevadas a cabo por diferentes regimenes, más o menos totalitarios, para reescribir su propio pasado (y esconder o enaltecer a su antojo determinados pasajes históricos).


En el mundo de hoy día estas dos primeras cosas siguen ocurriendo -no hay más que recordar el asalto al museo arqueológico de Irak, que supuso la desaparición de miles de piezas esenciales para conocer los orígines de nuestra civilización-. Incluso la subasta de determinados libros y objetos históricos en Sotheby's hace que tesoros que pertenecen a todos, piezas de la historia humana, pasen a manos privadas y desaparezcan del mapa.


No quiero hablar en este post de la reescritura de la historia que hacen los estados, y que a través de la educación reglada es indoctrinada en las mentes de cada uno de los jóvenes de todos los países (y con lo que evitan que esos mismos jóvenes se hagan más adelante determinadas preguntas).


Hoy día se produce un nuevo fenómeno, igualmente insidioso y del que sí quiero hablar brevemente: se trata de la desinformación virtual, por llamarlo de alguna manera.


Todos sabemos que internet es el caldo de cultivo idóneo para transmitir falsedades; la expansión exponencial de las noticias, la cantidad de páginas dedicadas a noticias, a historia, a opinión, y que en muchos casos no beben de fuentes fidedignas. Sin embargo, pese a que en temas sociales o en noticias amarillas parece bastante evidente que no nos creemos nada de lo que leemos o vemos en internet, no nos estamos dando cuenta de que en internet también están surgiendo "vacas sagradas" que son consideradas por casi todos y de manera extraoficial fuentes fidedignas.


Dos de estas vacas sagradas son Wikipedia y Google, desde luego. Nos da por pensar que lo que hay en wikipedia es la laboriosa aportación de millones de personas, que desinteresadamente se han documentado sobre un tema y nos cuentan lo más cercano a la verdad posible, porque además cada artículo de wikipedia está siempre sujeto al escrutinio de otros tantos millones de personas que pueden intervenir. Por este razonamiento inconsciente, confiamos en wikipedia, y si necesitamos saber algo recurrimos en primer lugar a ella.


Esto es una falacia absoluta. Wikipedia no controla si los autores ni las fuentes son correctas, y en muchísimos casos los debates entre usuarios antes de la publicación de una corrección o de un artículo son brutales y despiadados, llegando en casos a modificarse el contenido de un artículo varias veces al día (en un juego estúpido de poner y quitar al no estar de acuerdo dos autores en lo que debe aparecer en el artículo). Basta con leer el historial de modificaciones de cada artículo para darse cuenta de que este fenómeno ocupa muchísimo más espacio y tiempo de los autores que el artículo en sí. En particular los artículos dedicados a política o historia son especialmente controvertidos. Los artículos están llenos de cientos de errores que los lectores toman por la verdad absoluta.


No es posible, lamentablemente, comparar wikipedia con una auténtica enciclopedia, pese a que una auténtica enciclopedia también está sesgada y contendrá probablemente un cierto número de errores. Las enciclopedias tradicionales y los trabajos y publicaciones históricas o científicas tradicionales se basan en el trabajo individual o conjunto de uno o varios expertos en las diferentes materias, que se basan en el estudio de las fuentes y que por lo tanto reducen la posibilidad de errores (aunque no así de sesgo).


Si algún poderoso desea ocultar una parte de la historia tiene a su alcance los dos mecanismos perfectamente engrasados: puede retirar el objeto o documento de la circulación (con lo que ata de pies y manos a los estudiosos serios) y además puede intervenir en la opinión mundial a través de las falsedades en las páginas web "serias" (entre las que se incluye wikipedia).


La otra vaca sagrada que ha sido noticia estos días es Google, debido al increíble ¿error? de su servicio google maps al crear una ciudad completa, con sus habitantes, negocios, y relaciones, absolutamente FALSA. Además, hace no mucho leí unos cuantos artículos relacionados con las zonas "borrosas" de google Earth, dado que google tiene esa especial aquiescencia con los gobiernos, por la cual censura contenidos en China y oculta en google maps y google Earth todo aquello que le pidan las potencias mundiales.


Parece increíble, pero google tiene su propio satélite espía, porque no es otra cosa que eso, que está observando constantemente la superficie de la tierra, y compró hace un par de años una empresa para utilizar aviones espía para seguir tomando imágenes sin depender de terceros que le ofrezcan ese servicio.


Pero lo realmente grave de google, unido a todas estas noticias que parecen inconexas, es la manera en la que ha edificado un monopolio para controlar y comerciar con toda nuestra información, nuestras búsquedas, nuestros correos, nuestros chats, los anuncios que vemos, lo que compramos, y un etcétera casi interminable. La última ocurrencia de google es el servicio google latitude, que te ofrece saber dónde están tus amigos a través de sus teléfonos móviles. Te localizan a ti y a tus amigos a través de las células de los operadores de telefonía móvil, obtienen unas coordenadas y te situan en google maps, y si quieres ver la fachada del bar donde está tu amigo puedes verla en streetview...y así hasta el infinito. Claro que si el bar estuviese junto a un centro de detención ilegal de la CIA, este no aparecería en ninguna de las dos aplicaciones, y la foto de street view estaría retocada para eliminar todo un edificio o base militar.


Google es capaz de construir la realidad, crear lugares de la nada, hacer desaparecer otros, y controlar toda la información que nos llega y toda la información que nosotros dejamos en internet, que es mucha, demasiada.


¿Qué ocurriría si mañana google eliminase algo concreto de todas sus aplicaciones? Si un día quisieran empezar a probar podrían hacerlo con el sahara occidental, por ejemplo. Desaparecerían los pueblos de google maps y google Earth (y nos darían cualquier excusa), desaparecerían las referencias a los millones de páginas que hablan del sahara y sus habitantes, y por tanto serían inencontrables (con alguna explicación medio coherente). ¿Cuánto tiempo tardaría la humanidad en olvidarse de la existencia de esos cientos de miles de personas?


Por todo esto hay que tener siempre cuidado al dar nuestros datos y utilizar tan alegremente estas aplicaciones que tenemos a nuestra disposición, porque somos una ventana abierta al gran hermano Google, y debemos ser siempre críticos y comprobar la información en diferentes medios cuando leemos y vemos vídeos, nos suscribimos a RSS o utilizamos google para buscar todos los links que han hecho falta para escribir este post, por ejemplo.

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