jueves, 18 de junio de 2009

El gobierno de Barack Obama y la falsedad del cambio (parte 1)

Vamos a hablar un poco acerca del "yes, we can" y el prometido y publicitado cambio que traería la administración del nuevo presidente de los EEUU, Barack Hussein Obama.

La masiva campaña publicitaria llevada a cabo con este caballero educado, atractivo, y recientemente nombrado "hombre más elegante del mundo", ha sido única en la historia, y con un leit-motiv claro basado en el cambio respecto a los ocho años de oscuridad de Bush y sus engendros.


Change


Sin embargo, a pesar de todos los discursos de Obama, y a pesar de la imagen que pretenden transmitir de él, no hay nada como ver de quién se rodea y en quién confía para implementar esas políticas de cambio (resonantes sobre el cambio climático, sobre Irak, sobre Guantánamo, y un largo etcétera).

En este primer episodio sobre el gobierno de Obama, vamos a hablar sobre uno de sus más célebres e importantes miembros, el bienamado Secretario de Defensa Robert Michael Gates, que Obama ha mantenido en su puesto, tras haber sido nombrado director de la CIA por Papi Bush entre los años 1991-1993, y nombrado por Sauron Bush Secretario de Defensa en 2006.


Por ponernos en situación, el Secretario de Defensa de los EEUU maneja en 2009 un presupuesto de 800.000 millones de dólares, incluyendo 200.000 millones para aumentar las tropas en Afganistán e Irak, pero sin diversos conceptos que no se incluyen dentro del presupuesto oficial como el sistema de misiles, la inteligencia del pentágono o los gastos de veteranos (así que la cifra real es mayor). Este presupuesto ha sido apoyado sin reservas por Obama desde su llegada a la presidencia, dado que "coincide" misteriosamente con sus objetivos frente a ambos países (recordemos que como todos los presupuestos, los gastos de 2009 se prepararon y aprobaron en 2008, cuando Sauron Bush era presidente).

Para tener aún más perspectiva, el presupuesto de defensa de EEUU es 10 veces mayor que el de China y 20 veces mayor que el de Rusia.

En resumen, el presupuesto de Defensa es el más importante de los gastos en los que incurre el estado norteamericano, por lo que convendremos en que la persona que gestiona dicho presupuesto, al margen de consideraciones políticas –aún siendo éstas las más importantes- es un elemento clave dentro de la administración, especialmente en un país con tropas combatiendo por medio mundo y que malgasta y comete fraude con dinero de los contribuyentes en la supuesta reconstrucción de los países que previamente han bombardeado.

Y vamos ya a conocer al bueno de Bob Gates, haciendo un breve repaso a su trayectoria personal y laboral.

Mientras estudiaba Historia Europea en la universidad de Indiana, fue reclutado por la CIA y trabajó en la fuerza área durante un par de años antes de trabajar a tiempo completo como analista de inteligencia. Llama la atención el hecho de que la CIA contrate a un estudiante de historia europea para convertirlo en analista de inteligencia (que en otras palabras es un jefe de los espías).

En 1974 nuestro amigo Gates pasó a trabajar en la Casa Blanca, en el Consejo de Seguridad Nacional. Interesante este organismo, aunque sería otro tema muy amplio, aunque baste saber que el Consejo de Seguridad Nacional no está sujeto a ningún tipo de control de nominación por parte del congreso (como sí lo están los secretarios de estado o los jueces del supremo), y que tiene amplios poderes para aconsejar al presidente acerca de multitud de materias, e incluso de controlar la agenda presidencial.

Los consejeros de seguridad nacional (esto es, administradores del organismo y por tanto personas de confianza del presidente) para quienes trabajó Gates durante los años 1974 a 1979 son nada más y nada menos que Henry Kissinger y el inefable Zbignew Brzezinski (de quien Marcus Fair ya escribió en este blog), durante los mandatos de Richard Nixon, Gerald Ford y Jimmy Carter.

Gates fue quien hizo los informes de inteligencia previos a la revolución de los ayatollahs y la caída del dictador impuesto por la CIA Mohamed Reza Pahlevi, y que llevaron posteriormente a la crisis de los rehenes unos meses más tarde y a la larguísima guerra irano-iraqui que provocó la crisis del petróleo del 79. Nos sabemos si este hombre calculó mal, o calculó perfectamente bien.

No debió de estar muy cómodo trabajando con Jimmy Carter, puesto que en el 79 Gates dejó la Casa Blanca y volvió a la CIA, trabajando en su órgano ejecutivo con (adivina quien viene a cenar esta noche) ¡Papi Bush¡ y William Casey. Y conspiró con Papi, Casey (que se convirtió en jefe de campaña de Reagan para las elecciones presidenciales) y otros oficiales de la CIA (descontentos con Carter, dice wikipedia, muy gracioso) para hacer la cama al presidente Carter pasando información privilegiada al candidato republicano de entonces, Ronald Reagan, y hablando con los iraníes para que la liberación de los rehenes tuviera lugar después de las elecciones presidenciales y no antes.

De este modo obviamente ayudó mucho al futuro presidente, Reagan, a Papi Bush y a su amigo Casey; y se quisieron mucho, se ayudaron y se premiaron entre ellos durante la siguiente década. Bush se convirtió en el vicepresidente de Reagan entre los años 81-88 (y presidente justo después). William Casey fue nombrado por Reagan director de la CIA al ser elegido presidente en 1981, y manejó la agencia hasta verse forzado a dimitir en 1987.

Justo en el 81, tras la victoria del dúo Reagan-Bush, nuestro amigo Gates se convirtió en mano derecha de William Casey al frente de la CIA, y en el 86 fue nombrado director adjunto, también con su amigo del alma. Casey fue director de la CIA hasta la crisis del Iran-Contra en 1986 que lo obligó a dimitir.


William Casey es un personaje que ha dado mucho de sí para los bloggers y los estudiosos críticos con el Imperio. Baste recordar algunos de sus logros:

1. Fue quien organizó, en su período como Director, los negocios de la CIA con los cárteles de la droga para financiar las operaciones que la CIA llevaba a cabo en Nicaragua (armando, financiando y entrenando a la Contra, con la obsesión de derrocar al gobierno de los sandinistas) y las operaciones paramilitares y terroristas en El Salvador y Guatemala. Los sandinistas a su vez habían sacado del poder al último de una larga saga de dictadores pro-estadounidenses en Nicaragua, Anastasio Somoza. Por el caso de la Contra, Nicaragua acusó y ganó el juicio contra Estados Unidos en la Corte Penal Internacional. Después de aquello los EEUU dejaron de considerar al Tribunal Penal Internacional como competente para juzgar sus actos (no me gusta el resultado, pues no juego).
Sobre la intervención estadounidense en Centroamérica durante los 80 se han vertido ríos de tinta.
Un dato muy curioso en este juego del ¿quién es quién? entre estos nazis del siglo XXI es que el embajador de Honduras en esos años fue John Negroponte. Negroponte convirtió la embajada de Honduras en el mayor cuartel de la CIA en el mundo, coordinando desde allí las acciones terroristas llevadas a cabo en todo Centroamérica y planeando junto con Kissinger el golpe que derrocó a Salvador Allende. Como todos los nombres que aparecen en este post, Negroponte fue premiado unos años más tarde por sus servicios.
En 2001, justo después de los atentados del 11-S, Sauron Bush lo nombró embajador ante la ONU, y en 2004 embajador en Irak. En 2005 Bush lo nombró director del DNI, organismo creado entonces para supervisar y coordinar todas las operaciones de inteligencia (por encima de la CIA, la NSA y la inteligencia militar). ¡Vaya carrerón de Negroponte!

2. William Casey también ideó y organizó la resistencia de los muyahidin contra la URSS y a Irak en su guerra contra Irán, a través de armas, financiación, entrenamiento, el lote completo. Los paisanos que les llevaban los asuntos en Afganistán e Irak se llamaban Osama Bin Laden y Sadam Hussein. La Operación Ciclón en Afganistán, muy bien documentada en todos sus detalles, hizo a Benazir Bhutto (entonces presidenta de Pakistán, ya asesinada) exclamar ante Papi Bush: "estáis creando un monstruo de Frankenstein" (debió de exclamar también: "¡te lo dije!" el 11-S).
La operación Ciclón es la más cara y larga llevada a cabo en la historia de la CIA, en estrecha colaboración con el general golpista y dictador de Pakistán Mohamed Zia-ul-haq, Bin Laden, y su amigo el señor de la guerra afgano Gulbuddin Hekmatyar. Este Hekmatyar fue otro combatiente de los rusos en los 80 que en el 2001 se convirtió de golpe en "terrorista global" y aliado de Al-Qaeda y los talibán. De hecho la CIA intentó matarlo en 2002 disparando un misil contra su coche desde un avión robot, pero fallaron el blanco. Recordad que en los 80 estaba a sueldo y era asociado de la CIA, y 15 años después la misma CIA lo tiene en la lista de "terroristas" (¡ja!) más buscados y lo intenta asesinar a sangre fría sin detención ni juicio (¿quién es el terrorista?).
Y no, la operación ciclón no fue nada bonita tal y como cuentan en la película La guerra de Charlie Wilson. Nada que ver.

3. Fue quien ideó y organizó la invasión de Granada.

4. Su cita más famosa es: "We will know that we have succeeded when everything the public believes is false." Es decir: sabremos que hemos triunfado cuando todo lo que crea el público sea falso. ¡Vaya declaración de intenciones del amigo Casey!

Volvamos ahora a nuestro amigo Gates, recuerden, actual Secretario de Defensa de Yes-we-can-Obama. Una vez que en el 87 su jefe directo Casey dimitió (y afortunadamente estiró la pata poco después), Ronald Reagan lo propuso como Director de la CIA, aunque con el escándalo Iran-Contra tan cercano, el congreso no tragó con el personaje después de que Gates hubiera firmado informes de inteligencia que aconsejaban insistentemente el derrocamiento por cualquier medio posible de los Sandinistas.

Su otro compadre Papi Bush tuvo que esperar a ser Presidente en el 89 para repescar a Gates sin obstáculos del Congreso y lo acogió en la Casa Blanca para trabajar como número dos del Consejo de Seguridad Nacional (recordemos que es un cargo que designa el presidente sin pasar por ningún control parlamentario), donde siguió haciendo de las suyas participando en el diseño de la invasión de Panamá (para atrapar a otro antiguo empleado de la CIA convertido en "Frankenstein" como era Noriega) y la primera guerra de Irak (no sigamos mencionando Frankensteins, que la lista es interminable...).

Por fin, en 1991, Papi Bush lo propone de nuevo para dirigir la CIA, y esta vez, aunque después de un proceso de validación del congreso muy duro (aunque habían pasado 5 años desde que hizo sus últimas barrabasadas en la CIA, algunos congresistas no debían de tener la memoria tan débil) el bueno de Gates consigue su objetivo y se sienta en el sillón del gran Jefe y descansa los pies en el gran escritorio, su sueño de toda la vida.

Cuando llegó Clinton en 1993, sustituyó a Gates por James Woolsey, pero no os confundáis. James Woolsey es otro neoconservador, aunque viniera de la mano de Clinton (es lo que tiene eso del Bipartidismo falso como una moneda de chocolate).


De hecho James Woolsey es miembro del PNAC (Project for the New American Century) y pocas horas después del 11-S apareció en televisión sugiriendo que los iraquíes eran cómplices. En septiembre de 2000, un año antes del supuesto atentado terrorista del 11-S, el PNAC había publicado el archiconocido y terrorífico documento "Rebuilding America’s Defenses", donde se preconizaba la necesidad de tener presencia militar en Oriente Medio y donde se decía que era necesario un "nuevo Pearl Harbor" para catalizar la opinión pública en ese sentido. Terrorífico.

Tras dejar la CIA, Gates se dedicó a ganar dinero, dando conferencias en diferentes universidades de primerísimo nivel, llegando en 1999 a presidir la George Bush School of Government and Public Service de la Texas A&M University (¡cómo no!). Empezando en una escuela con ese nombre, Gates acabó siendo Decano de la Texas A&M.

Gates también es miembro del CFR, por supuesto, y tuvo a su cargo un proyecto de esta organización en 2004. Dicho proyecto versaba sobre las relaciones entre los EEUU e Irán. Increíblemente (en apariencia), aconsejaba que se permitiera a Irán desarrollar la tecnología nuclear para uso civil, aunque con letra pequeña: tenían la obligación de permitir el acceso ilimitado a sus instalaciones. Así, si hubieran encontrado un barril sospechoso o un cutter, ya tendrían la excusa para lanzar a sus perros de presa para publicar a los cuatro vientos que Irán es el eje del Mal, claro. Luego nos extrañamos de que los iraníes echaran a Mohamed El-Baradei de Irán después de años de pulular por allí revisando las instalaciones nucleares sin encontrar nada y después de encontrar espías de la CIA y del Shin Bet entre los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA).

Poco después volvió a la escena política al nombrarlo Secretario de Defensa en 2006 otro Bush, esta vez Sauron en lugar de Papi, y en Febrero de 2009 fue confirmado por Obama. ¿Sus méritos? Haber aumentado el gasto en defensa cada año, mandando más soldados a Irak.

En suma, nuestro admirado Robert Gates es el Secretario de Defensa de Obama; un individuo que lleva más de 35 años trabajando en los círculos neoconservadores de la inteligencia y la defensa de los EEUU, con personajes como Kissinger, Brzezinski, los Bush, William Casey, Nixon, y envuelto en la preparación e implementación de todas las barbaridades imaginables cometidas por la CIA y el Pentágono en estos últimos 30 años: Nicaragua, Afganistán, Iran, Irak, Panamá, Granada, la conexión con los cárteles de la droga para financiar la agencia y la contra, la manipulación de la opinión pública, el encubrimiento de todos los delitos cometidos...

Tantos años de cafés y reuniones hasta las tantas con William Casey, Brzezinski, Kissinger y Papi Bush, tantos años en la Casa blanca y tantas visitas al despacho Oval para ver a Nixon, Reagan, Papi Bush, Sauron Bush y ahora Obama, tantos años de poner los pies en la mesa en su despacho situado en cualquiera de las dos riberas del Potomac (en el Pentágono o de la central de la CIA en Langley), después de haber estado mezclado en los peores años de la CIA y la Defensa en EEUU, después de haber causado (entre muchos otros) la muerte de millones de personas....

Robert Gates ha estado envuelto en todas las guerras y actos terroristas que ha cometido Estados Unidos desde los 70: Irán, Irak (cuatro veces), Afganistán, Pakistán, Nicaragua, Panamá, etc). Siempre en el pequeño círculo de la personas que controlan el poder, y toman e implementan las decisiones.

Siempre ha estado en los círculos que han rodeado al presidente, en la Casa Blanca, en el más alto nivel de la Inteligencia dentro de la CIA, y/o en el nivel más alto del Pentágono. Y para demostrar que el bipartidismo es una farsa (si es que alguien tiene dudas, que estoy seguro de que no), Gates ha trabajado estrechamente con Richard Nixon, Gerald Ford, Jimmy Carter, Ronald Reagan, George Bush, George W. Bush y Barack Obama. Dos de ellos son demócratas, y el único presidente de los últimos 30 años con quien no trabajó Gates estrechamente fue con Bill Clinton (aunque en el lugar de Gates Clinton colocó a otro diablo peor que él, James Woolsey).

¿Qué ha cambiado entonces en la política exterior, de inteligencia y de defensa en EEUU en los últimos 30 años? ¿Es este hombre es el que va a llevar a cabo el cambio de Obama en política exterior y de seguridad? ¿Con un presupuesto récord en Defensa aprobado durante el mandato de Bush? ¿Alguien que tan involucrado ha estado en dominar los recursos de Oriente Medio durante los 80 va a salir de Irak, dejar en paz a Irán, ayudar a los palestinos, luchar contra los talibanes "sólo en Afganistán" (los frankensteins) y todo lo demás?

Si alguien de verdad puede creer que después de 35 años alguien puede cambiar tan radicalmente de opinión, está loco.

Y por cierto, ¿dónde está el puñetero Osama Bin Laden? ¿Habrán mirado en Langley?

3 comentarios:

Charlie dijo...

Bienvenido a IDoThings, y gracias por la información tan detallada.

¿Imaginas que en España Zapatero deja como ministro de Defensa a Trillo después de llegar al poder? Surrealista. En EEUU ya no tienen ni que disimular...

non c'e futuro dijo...

Bienhallado! Llegaran más comentarios muy pronto.
Efectivamente eso en España en impensable, aunque en otros países de europa no es tan raro (en Francia o Alemania, por ejemplo). Sería interesante ver quienes se han mantenido en los circules de poder europeos durante muchos años, en cargos no elegibles (no sujetos a elecciones). Aunque un ejemplo muy claro y cercano es Javier Solana, que lleva más de 10 años relacionado con seguridad y defensa, en un cargo que no está sujeto a una elección democrática.

Marcus Fair dijo...

Estimado non c´e futuro. Enhorabuena por su artículo, una magnífica forma de comenzar.

Le dejo este interesante artículo que está relacionado con lo que ha publicado, y que analiza a los "amigos" del nuevo mesías:

http://www.voltairenet.org/article158837.html