miércoles, 23 de diciembre de 2009

Gripe y Navidad

Cuando surgió recientemente el tema de la gripe A, se nos bombardeó con mensajes apocalípticos: Se hablaba de millones de muertos, de epidemia... Cada día se iban actualizando las cifras de infectados, se volvía a hablar de medidas totalitaristas con el fin de combatir la expansión del virus, se declaraban estados de excepción. Y la gente tenía miedo de ser contagiada.

Al principio, sólo algunos medios independientes se atrevieron a cuestionar el origen de la enfermedad y la posible utilización de esta por oscuros poderes. Poco a poco, se fue viendo que la enfermedad que amenazaba a la población mundial no era tan agresiva ni peligrosa como se nos aseguraba. Las voces disidentes con el alarmismo oficial se fueron multiplicando.

Ahora ya no hay muertos de gripe A. O mejor dicho, ahora ya no son noticia.

Hemos sido testigos de un fraude colosal, de una gigantesca campaña de marketing. Y hemos pagado por el espectáculo.

Con respecto a todo esto, ¿En qué lugar queda nuestro gobierno, nuestros medios de comunicación e instituciones como la OMS? Todos ellos han sido cómplices en esta función teatral que ha generado miedo, crispación, separación y mucho dinero invertido en nada. ¿Quién va a volver a confiar en ninguno de estos? Todas estas entidades deberían tener a gente preparada, experta y con criterio, que no se dejara engañar. Frente a los sucesos acaecidos, sólo nos queda concluir que o bien son unos absolutos incompetentes, o bien actúan de mala fe.

¿Y qué hará el gobierno ahora con los 37 millones de vacunas adquiridas y que muy poca gente ha querido recibir? ¿Donde han ido los 266 millones de euros que hemos pagado por ellas? Bonita manera de gastar el dinero público cuando hay gente en este país que lo está pasando bastante mal. Propongo que, ya que las hemos comprado y sobran bastantes millones, se le administren a la ministra y a sus colaboradores todas de golpe. Así estarán completamente protegidos frente a la gripe.

A veces cuando se habla de conspiraciones y todo eso, hay quien piensa que es imposible involucrar y engañar a tanta gente... Bueno, esta vez no ha sido así. Hemos visto como gobiernos, medios de comunicación y organizaciones han trabajado sincronizadamente y al unísono en este fraude. No importan las razones que haya podido tener cada uno, el hecho es que todos han colaborado, bien por interés económico o político, bien por ignoracia, bien por seguir la corriente... Manejar a la población mundial no debe ser tan imposible como parece, porque nos la han colado de manera global.

Hay quien dice que el sistema no funciona. Yo no sé si el sistema, como idea, funciona o no. Lo que está clarísimo es que nuestros dirigentes no funcionan en absoluto, al menos, para las funciones que teóricamente deberían cumplir.

Es probable que en los próximos meses sigan dinamitando de manera controlada el actual sistema con el fin de "demostrar" al mundo que ya no funciona, y entonces cambiarlo por otro más acorde con los gustos de ciertas "élites", contando con el apoyo popular de una masa que harta, se deje embaucar una vez más. Pero bueno, eso ya es otro tema.

Como también es otro tema el bombardeo sobre Yemen que el premio Nobel de la paz ordenó el pasado jueves y que se ha saldado con 64 muertos, entre ellos 23 niños. Si no llega a ser por lo trágico del suceso, se podría decir que es de risa.

En cualquier caso, no deje que le amarguen la Navidad. Dejando de lado las superficialidades propias de estas fechas, es una magnífica época para recordar y sentir quiénes somos en verdad y qué narices hacemos aquí. Todas las respuestas están dentro de usted, si se atreve a mirar. Aunque suene a eslogan "new age", es verdad. Aproveche para coger fuerzas porque se presenta un 2010 lleno de retos.

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